24/4/10

2 necios de verdad



Cuando supimos que Raúl Ornelas y Edgar Oceransky por fin habían decidido grabar un disco juntos, de inmediato imaginamos que un sería una producción muy gratificante, ya que ambos son cantautores con una amplia trayectoria, con un estilo bien definido y versátil, que lo mismo abordan el bolero, la balada, el blues o el jazz, y que además pertenecen a esa nueva generación de artistas mexicanos que ha logrado que su música trascienda a su círculo natural (la trova), hacia le pop, a través de composiciones que han sido interpretadas por otros cantantes de diferentes géneros.

Y cuál no sería nuestra sorpresa cuando, después de una larga espera (el disco disco se grabó en agosto de 2009 y salió a la venta a finales de enero de 2010), al descubrir que no se limitaron a grabar un disco de estudio, sino que organizaron un concierto bien estructurado y lo complementaron con un dvd de dicho concierto, en el que ambos hacen un recorrido por aquellas canciones más emblemáticas de sus carreras. a veces en solitario, otras a dueto, e incluso contando con la participación de Reyli Barba (ex Elefante) en el tema No era necesario, generando una atmósfera placentera, perfecta para sentarse cómodos, cerrar los ojos y dejarse llevar por las letras, la cadencia de los nuevos arreglos y, sobre todo, por el excelente acoplamiento de voces (la de Ornelas firme, profunda, intimista; la de Oceransky suave, sentida, afable), que hacen de este concierto algo más que un simple mano a mano musical, sino el encuentro de un par de amigos con otros tantos que los han seguido a lo largo de su carrera, formando entre todos una sola voz, con ese saborcito a tantos y tantos espacios que han compartido como el ya legendario Sapo cancionero.

Son 16 temas los que interpretan más un bonus track, de los que destacan Será, Tuve, El manual de lo prohibido y por supuesto, la canción El blues del perdedor, compuesta por Raúl Ornelas y Lazcano Malo. De acuerdo con ellos mismos, éste es un proyecto prometido que se había demorado en llegar; aquí está y los resultados no pudieron ser mejores: un concierto entrañable y que aún con la elaborada producción que tiene, no deja de ser fresca e intimista, como si ambos artistas estuvieran cantando en la sala de nuestra casa.

Hay encuentros que de verdad se agradecen. Éste es uno de ellos.
Aquí una probadita de esta reunión: