7/2/10

Tu paisaje

Recorrer por entero tu paisaje
admirándolo todo, de punta a punta
esta tarde en que tu cuerpo me sorprende
tendido sobre el piso de la habitación
ligero, etéreo, hecho de rosas y de misterio
transpirando belleza, seducción
y fragilidad invitando simplemente
a mi alma a aventurarme
a recorrer por entero
tus senderos cumbres y paisajes,
a hacerlos míos lentamente
despacio, sin prisa
con parsimonia silenciosa
sin mediar siquiera una pregunta
para ocuparme exclusivamente en este viaje
a través del universo infinito
de la blanca vastedad de tu piel
Navegar por el mar de tu cabello
guiado únicamente por las estrellas polares
de tus ojos, constelaciones
perfectas para arribar al centro de tu cuerpo
poniendo fin al camino, quemando naves
Recorrer el desierto de tu faz
hasta llegar al oasis de tus labios
remanso eterno de mis días
saciar mis ansias de ti y de tu aliento
embriagarme en su miel mágica y fastuosa
y retomar los pasos para llegar a mi destino
Bajar por el sendero de tu cuello
cruzar invicto el cañón de tus senos
recorrer punto a punto su belleza y su turgencia
escrutar concienzudo sus cimas
y calmar en ellos mis urgencias
Acampar en la suavidad y tersura de tu talle
declararme ahí presa del delirio y el desvelo
conquistador eterno de tu valle
recorrer cada contorno
explorarlo todo y precipitarme
en la selva espesa que atesora tus secretos.
Develar el mapa, tomar por asalto tu centro
vencer las últimas fronteras
fundar ciudad nueva
y reclamar para mí lo más sublime de tus fueros
paladear la extática belleza de tu existencia
que no conoce de tiempo ni banderas.
Y seguir la andanza por las cordilleras
de tus piernas, sumergirme
en lo más profundo de tus caderas
caminar por tus muslos, adorarlos
posarme en la cima de tus rodillas
y observar tu norte y sur
sabiendo que eres mía
Y continuar viajando
llevando la nueva de la victoria
hasta llegar al ocaso de tus pies
descubrir que te he abordado entera
que en tus territorios se me concedió la gloria
y que soy dueño de cada sueño,
de cada rincón, de cada detalle,
sentir que eres mía aunque sea por un momento
en esta tarde en que te me muestras
y me invitas
y te viajo
y te camino
y te recorro
admirando tu paisaje
imaginándolo mío
recorriéndolo de la cabeza a los pies
terminado con el corazón desaforado
dispuesto a comenzar de nuevo el viaje
otra vez...